Con mis palabras


viernes, 9 de julio de 2010

Todo día es inauguración de un gesto:


el hueco del antebrazo,
el mechón que cae en la nuca,
la mirada de reojo.
la excusa del café negro.
No vale estar con alguien
y que digas que estás solo.




No me hables de sexo ahora,


calláte y sentílo.
Te recostás en la almohada,
sos un insolente
y eso me gusta,
Me gustás así chico lindo.
Me gusta tu mirada 007
y tu charla de arte eterna
Y también Kashmir en la noche de Buenos Aires
y el saxo de Coltrane.


Dame un faso
¿tenés fuego?