Como tímidos pezones
asoman los primeros brotes en los plátanos
de Avenida Santa Fe.
Una brisa nueva,
el suspiro de las hadas,
planea por el largo corredor
de veredas,
boutiques novedosas
y chicas lindas.
El aire es cálido
y Buenos Aires retoma su buen humor.
Es primavera en Buenos Aires
y me beso con mi chico de barba
que me regala un clavel apasionado.
Las Hadas de sutiles alas
se ríen y se compran blusas soñadas
y calzan sus botas altas y faldas pequeñas.
Yo camino de la mano
con mi amor
Para mañana las Hadas habrán pasado.